Habiéndome criado como lo hice, cualquiera pensaría que estaría más destrozado de lo que lo que en realidad estoy.
En cuanto cumplí dieciséis , dejé ese bache en el camino, llamé a casa y me fui a la calle a vivir a mi suerte.
La mejor decisión que he tomado.
Ahora, con veintiséis años, estoy educada, con un trabajo y soy muy buena en mi trabajo.
Mis amigos se han convertido en mi familia. Al igual que yo, ellos saben lo que es crecer sin amor.
Pero el dicho es cierto.
El mundo deja paso a los que saben dónde van.
Esa soy yo.
Yo sé a dónde voy, y voy a llegar hasta el final. En mis propios términos y a mi propio ritmo.
Pero entonces está él.
Siento sus ojos en mí. Lo veo oculto a plena vista. Él me observa.
Él me hace sentir.
Es poco convencional.
Pero es real.
Estoy segura de que te estarás preguntando cómo una persona se puede enamorar de su acosador.
Yo también
Esta no es una historia.
Esta es mi vida.
Publicar un comentario